El futbolista joven más desequilibrante del fútbol actual, Kylian Mbappé, deberá poner de manifiesto los valores que mueven su decisión de no continuar otra campaña más en el Paris Saint Germain. Sobre la mesa no le faltará ningún ingrediente que desee para elaborar su receta de futuro.
Los clubes-estado saudíes le ofrecerán el mejor de los manjares sobre las mejores vajillas; los equipos ingleses propondrán sus platos tradicionales, con una historia que no se encuentra en ningún otro lugar, y con el mejor de los reconocimientos en el ámbito mundial; los españoles trasladarán su gran variedad y su pasión indiscutible por todo lo que hacen, lo que los lleva a destacarse temporada tras temporada en la vanguardia de la alta cocina.
El resultado de su decisión no estará exento de polémica y, como si de un debate se tratara, todos opinarán. Los románticos del fútbol dirán que si fueran el jugador galo elegirían la Premier League, esa competición histórica donde el valor del sacrificio prima ante todo y todos. Los más modernos capitalistas argumentarán que, ante la jugosa oferta del estado árabe, no hay motivaciones deportivas que puedan convencer a Mbappé. Los amantes del fútbol de butaca opinarán que la mejor opción será la española, para conquistar la ansiada Champions de Kylian.
Polémicas aparte, la decisión de este estupendo jugador de dejar el PSG es una gran noticia para el fútbol, siempre y cuando no elija Arabia Saudí. La falta de títulos importantes ha llevado a tomar esta decisión al jugador francés, que ante los pobres resultados deportivos busca un cambio. Sería un error por su parte recalar en un club saudí. Este le puede ofrecer una cantidad tan desorbitada de dinero en los próximos diez años, que hasta el empresario más adinerado se asustaría de lo que puede conseguirse dando patadas a un balón.
La opción de Kylian tiene que estar entre el Real Madrid, el Manchester City o el Liverpool, donde sus fans coreen sus goles y su nombre quede para la posteridad, marcando las diferencias en noches de ensueño que se transmitan entre generaciones. Solo el que persigue lo grande lo acaba consiguiendo.
Desde mi experiencia como futbolista, el galo se decantará por el Real Madrid, donde ya tiene compatriotas y su cultura se asemeja más a la española que a la inglesa. Mbappé encaja como anillo al dedo en nuestro fútbol de salón, que tanto hace disfrutar a los aficionados, con el objetivo de triunfar y consolidarse como referencia mundial.