Chet Holmgren, el pívot que encandila en los Oklahoma City Thunder y que no sabía jugar al baloncesto

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A uno de los favoritos para llevarse el premio a debutante del año por delante de Wembanyama le costó despuntar y superó un año de baja por lesión

07 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

«¿Un niño de metro ochenta, trepando a los árboles, colgado en el techo, sin miedo a nada? Tengo que verlo». La evolución de Chet Holmgren (Mineápolis, Estados Unidos, 2002), pívot de los Oklahoma City Thunder, no se concebiría sin Larry Suggs. Pantalones cortos tipo cargo, desgarbado y muy torpe. Una carta cuestionable de presentación para la primera vez que ambos se conocieron en la Minnehaha Academy. «No sabía jugar al baloncesto. No podía hacer una bandeja, no podía driblar...», recuerda el entrenador. Holmgren es de la misma opinión: «Pensé que era bueno, pero luego entré y me di cuenta rápidamente de que era malo». Pero tenía madera para el baloncesto.

Su padre, David, jugó dos años en la Universidad de Minnesota hasta que su carrera se vio truncada por problemas crónicos de rodilla. Es tan alto y delgado como Chet. El progenitor siguió atentamente los primeros pasos en el baloncesto de su hijo. Recuerda que lo vivía con irritación. Si iba a convertirse en un jugador quería que, al menos, aprendiera a hacer algo más que pararse de espaldas al aro. Quería que fuese mejor que él.

«Suggs fue terrible, simplemente terrible». Así recuerda Chet sus inicios con el preparador. Un día, este le preguntó que si creía que podía jugar al mismo nivel que el resto de sus compañeros. «No», dijo Holmgren. El entrenador quedó impresionado con la respuesta. «¿Quieres ser tan bueno como ellos?». «Sí». «Entonces ven todos los días y te enseñaré a jugar al baloncesto, pero tienes que escuchar». Y así lo hizo.

Finalizó su último año como júnior con un promedio de 21 puntos y 12,3 rebotes, fue nombrado jugador del año y recibió cerca de treinta ofertas de becas de programas universitarios de baloncesto. En abril del 2021 firmó con la Universidad de Gonzaga. Allí, se convirtió en el primer jugador en 25 años en registrar al menos 10 puntos, 10 rebotes, 5 asistencias y 5 tapones en su debut. Y, al final de la temporada regular, fue nombrado jugador defensivo del año y novato del año de la conferencia de la costa oeste.

Promedió 14,1 puntos y 9,9 rebotes en su única temporada allí y puso 117 tapones, igualando el récord que había fijado en la temporada 2018-2019 Brandon Clarke.

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No hay físicamente como él

De no saber jugar al baloncesto, a ser elegido como número dos del draft en el 2022 por los Oklahoma City Thunder. Una proyección increíble. «David me había dicho durante años que Chet iba a ser muy bueno y muy especial. Yo ponía los ojos blanco. Claro, qué iba a decir... es su padre», recuerda Sarah, la madre.

El pívot, con 2,16 de altura, más de 2,25 de envergadura y menos de 90 kilos de peso, apuntaba a llevarse el rookie del año pasado, pero una lesión en su pie derecho mientras defendía a LeBron James en un partido amistoso le dejó fuera todo el año.

Época de unicornios en la NBA

Holmgren es un jugador especial, con un físico único y capaz de marcar diferencias por dentro y por fuera, en ataque y en defensa. Con apenas 21 años forma parte del ambicioso proyecto de reconstrucción de los Thunder. Versátil, ya que juega como si fuese un escolta, tiene buen tiro de media y larga distancia y combina intimidación con una asombrosa agilidad pese a su gran tamaño. Desde que arrancó el campeonato de la NBA promedia 17,4 puntos, 7,4 rebotes y 2,6 asistencias.

El fenómeno de jugadores unicornio ha llegado a la mejor liga de baloncesto del mundo. Se conoce así a los deportistas muy altos que son capaces de moverse con habilidad y con gran capacidad de tiro. Y en eso, Holmgren no es el único. Victor Wembanyama, de los San Antonio Spurs, creó una altísima expectación al principio de temporada. Se estrenó anotando quince puntos ante los Mavericks y, en su segundo partido, selló su primer doble doble. Ambos jugadores, que están llamados a ser grandes estrellas de la NBA, luchan por ser el rookie de este año. La liga estadounidense ya considera como primer favorito al de los Thunder en detrimento del francés. La diferencia de resultados cosechados por los dos conjuntos se ha impuesto como factor determinante para el cambio de posiciones en el podio. Chet Holmgren ha ganado el primer asalto.