El día de la vergüenza en moto GP

Jesús Gutiérrez COLPISA

DEPORTES

NOUSHAD THEKKAYIL | EFE

Jorge Martín se dejó buena parte de sus aspiraciones al título en Catar por un neumático defectuoso y Jaume Masià se proclamó campeón de moto 3 con polémica

20 nov 2023 . Actualizado a las 19:07 h.

El circuito de Losail lucía radiante como nunca en moto GP, fruto de una profunda remodelación en sus instalaciones que incluyó los más 3.600 focos de luces LED que alumbraron la pista y que convierten el trazado catarí en único en el campeonato. El motociclismo español estaba preparado para celebrar un nuevo título el domingo y dejar otro encarrilado para la traca final de Valencia. Se cumplió lo primero: Jaume Masià se proclamó campeón de moto 3, aunque con un regusto amargo por las formas. Pero no lo segundo, ya que un neumático en mal estado provocó la debacle de Jorge Martín y le alejaba de su sueño de reinar en moto GP.

Después de haber reducido a la mitad su desventaja con respecto a Pecco Bagnaia en el sprint del sábado, el de San Sebastián de los Reyes aspiraba al sorpasso o, al menos, a pegar otro mordisco en la clasificación y llegar en empate técnico al decisivo Gran Premio de Valencia del fin de semana. Con lo que no podía contar era con que un problema ajeno condicionase su carrera.

Un neumático trasero defectuoso que montó en su Ducati en la misma parrilla de salida. «Que un campeonato se decida por una goma que no funciona es una vergüenza», se resignaba amargamente Jorge Martín tras quedar décimo en Catar.

En la entrada a la recta de meta se veía claro que el control de tracción le estaba restando potencia al motor cuando Jorge aceleraba. Una señal de que el neumático trasero no funcionaba correctamente. El proveedor único de la categoría reina, Michelin, se comprometió a analizar esa carcasa del español y presentar un informe. No era la primera vez que uno de los aspirantes al título señalaba al fabricante francés en Catar. Bagnaia también se quejó de su neumático en el sprint sábado, cuando perdía tres décimas por vuelta con su rival. En el caso del español, la pérdida fue más sangrante, ya que se dejaba casi un segundo en cada giro y fue incapaz de defenderse ante motos teóricamente inferiores. Hubo quien vio una causa-efecto en las quejas del italiano, como si hubiese habido una mano negra de Michelin.

Conociendo cómo funciona el sistema monogoma en moto GP (los jueves se sortea el lote que se entrega a cada piloto para todo el fin de semana), se acabaría con cualquier teoría conspiranoica, pero no con las críticas recurrentes al nivel del fabricante de neumáticos y a lo decisivo que siempre es este componente en el mundo del motorsport.

Tras el fiasco de Catar, Martín buscará el más difícil todavía en Valencia. El madrileño tiene que remontar los 21 puntos que ahora tiene a su favor el líder Bagnaia, cuando quedan por repartirse un máximo de 37 puntos entre el sprint y la carrera. Un título merecido pero deslucido Jaume Masià sí se proclamó campeón del mundo de Moto3 en Catar, con una carrera de margen y demostrando que era el mejor piloto de la categoría pequeña en el 2023. Sin embargo, su gran día quedó empañado por lo que se vio tanto dentro como fuera de la pista.

En mitad de la prueba, el piloto valenciano recibió un warning de Dirección de Carrera por impactar y sacar de la trazada en dos ocasiones a su rival, Ayumu Sasaki. Y tras el aviso fue su compañero de equipo, Adrián Fernández, el que estorbó en los últimos giros al japonés, que se acabó descolgando de la lucha por la victoria y cedió las posiciones que hacían campeón a Masià. El valenciano celebró el título en la pista y lloró de emoción después de cumplir el sueño de su vida. Luego ante los micros continuó la guerra que se había librado en la pista, calificando de «vergonzosa e inaceptable» la advertencia que había recibido por parte de Dirección de Carrera. «Al final me han calmado, aunque él seguía haciendo el guarro, así que me parece muy injusto». Y dejaba una de esas frases que inmediatamente corrió como la pólvora por redes sociales: «Al final, les joda o no, ha ganado un español y es lo que hay».

Desde el otro lado del frente, la batalla se vio muy diferente y Sasaki no entendía cómo no habían sancionado a los dos españoles: «Masià fue bastante agresivo conmigo dos veces. ok, no pasa nada. Pero de repente vino su compañero de equipo, cortó gas en mitad de la pista y lo perdí todo a falta de cuatro vueltas». El japonés tampoco escatimó calificativos para hablar el título que acababa de ganar su rival: «Si hubiera perdido de manera correcta lo habría entendido, pero al perder de esta manera, no puedo felicitar a Masià porque ha sido una vergüenza». En otro día de celebración para el motociclismo español, por un lado; y de resignación por una inesperada derrota, por otro, la palabra que más sonó en el circuito de Losail fue «vergüenza».