Carlos Alcaraz: «Este es el sueño del niño que se entrenaba pensando en algo así»

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Carlos Alcaraz recibe el trofeo de campeón de Wimbledon de manos de la princesa de Gales
Carlos Alcaraz recibe el trofeo de campeón de Wimbledon de manos de la princesa de Gales DYLAN MARTINEZ | REUTERS

El campeón encandila al público de Wimbledon con un simpático y emotivo discurso, elogioso con Djokovic y repleto de guiños a su cuerpo técnico, a la afición y al Rey

17 jul 2023 . Actualizado a las 17:03 h.

«He jugado delante suya dos veces y las dos he ganado. Espero que venga a verme más a menudo». Tras sufrir para destronar a Novak Djokovic, impidiéndole perpetuar en cinco títulos consecutivos su hegemonía en Wimbledon, a Carlos Alcaraz no le tembló la voz al romper el hielo con el Rey. Con camiseta blanca recién estrenada y la sonrisa todavía en alto, se dirigió al palco desde la pista para agradecer la presencia del monarca y encajarle una petición que sacudió a un público tan devoto del protocolo como el del All England Club. Soltó tensión el número 1 y con él rieron los cientos de asistentes a la espectacular final.

Decantó el del Palmar el punto definitivo y se estiró sobre la hierba, siguiendo el manual del tenista triunfador. Abrazó al adversario, pateó una bola muerta que enseguida convirtió en trofeo para un aficionado y se lanzó a la grada a fundirse con el desconsolado Juan Carlos Ferrero antes de hacer piña con el resto del pelotón técnico y familiar.

Descendió después a recibir la copa de campeón y enseguida dejó el primer motivo de júbilo para los afortunados con entrada. Dejó a medias la tímida reverencia a Kate Middleton, princesa de Gales y encargada de entregar los trofeos, ante quien Djokovic había inclinado la cerviz hasta doblarse por la mitad.

«Es genial ganar; pero, incluso si hubiera perdido, estaría orgulloso de mí mismo por poder hacer historia en un recinto como este, jugando contra una leyenda como él», se arrancó Alcaraz, señalando a Nole, antes de elevar la victoria al nivel de «el sueño para un niño que entrenaba cada día pensando en algo así».

«El equipo que tengo, el esfuerzo que ponemos cada día, me ha llevado a vivir esto», presumió para compartir a continuación el secreto de su resurgir en los momentos más duros del duelo. «Pensé: ‘Carlos, tienes que subir el nivel, la gente te está apoyando'». Y después de cumplir con el cuerpo técnico y la hinchada, volvió a concentrarse en su fenomenal adversario, a quien también hizo reír. «Tengo que felicitar a Novak, me inspiraste un montón; he crecido viéndote, llevas ganando torneos casi desde que nací», le soltó, plasmando la enorme diferencia de edad entre contendientes.

Le dejó al menos un consuelo al serbio: «Dicen que los 36 son los nuevos 26; contigo es así». Entonces fue cuando elevó la vista hacia Felipe VI, reconoció que su presencia era «realmente especial» y le reclamó, desatando la carcajada general, que se dejara ver más.

«Creo que me estoy enamorando de la hierba; no esperaba jugar a este nivel aquí, es increíble», comentó entusiasmado ante su veloz aprendizaje. Podrá seguir practicando, ya como miembro de pleno derecho del All England Club. «Incluso podrás jugar al críquet con Roger Federer», le prometió la presentadora, antes de dejarlo ir a conceder una fugaz entrevista en español y a encontrarse con el Rey, que le propinó un par de palmadas en la espalda y un fuerte apretón de manos. Principio de una larga amistad.