El análisis de Fernando Rey Tapias: Alcaraz desbordó a Medvedev

Fernando Rey Tapias

DEPORTES

DYLAN MARTINEZ | REUTERS

El español jugó su mejor tenis demostrando su enorme potencial,
anulando el temible saque del ruso y exhibiendo la variedad de su juego

15 jul 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Formidable, extraordinario, espectacular, varios son los calificativos elogiosos que se le pueden poner al partido de Carlos Alcaraz frente al ruso Daniil Medvedev en la semifinal de Wimbledon.

El español jugó su mejor tenis demostrando su enorme potencial. Anuló el temible saque del ruso, le hizo daño con el suyo y exhibió toda la variedad de su juego, con ganadores de fondo y de volea, alternando con algunas dejadas y sin dejar en ningún momento jugar cómodo al ruso, que no sabía como contrarrestar el dominio del español.

Medvedev comenzó el partido restando muy atrás como había sido habitual en sus últimos encuentros, pero al ver que no le daba resultado (porque permitía las subidas a la red, del español, que pudo volear con efectividad), probó a restar más adelante, pero tampoco logró evitar que Carlos le superase una y otra vez. Por ello, Medvedev volvió a su posición inicial y acabó hecho un mar de dudas, sin encontrar solución.

Sin embargo, Daniil, que ya había tenido ese problema en octavos ante el norteamericano Eubanks, está acostumbrado a equilibrar sus lagunas en el juego de resto con su gran saque. Pero ayer no lo pudo hacer, porque se encontró con un Alcaraz que le leyó perfectamente sus servicios, anulando la principal arma de su oponente, que al no encontrar huecos para desbordarle, acabó con una pobre estadística en su teórico punto fuerte.

En los dos primeros sets hasta el 3-0 del tercero, el partido de Carlos fue perfecto. Concentrado, consistente, sabiendo en todo momento lo que debía hacer para superar a un Medvedev lleno de dudas sobre cómo contrarrestar el dominio de su rival.

Carlos le superaba en todas las facetas del juego: sacando con gran regularidad, subiendo a volear con gran efectividad, moviendo al ruso hacia delante con un alto ritmo en el fondo... Alcaraz logró desconcertar por completo a un rival tan duro como el ruso.

A partir de la ventaja de 3-0 en el tercer set, con los dos primeros resueltos con solvencia por Carlos por un doble 6-3, parecía que el partido estaba ya resuelto. Sin embargo, Alcaraz tuvo un pequeño bache.

El partido se descontroló (hubo hasta cinco breaks), pero el español volvió a recuperar su juego ante un Medvedev apabullado por la variedad de recursos del tenista español y acabó el partido con un tanto sensacional, merecido broche a su sensacional partido. Carlos llega así a su primera final de Wimbledon, frente a Djokovic, su más difícil rival, pleno de confianza y moral. Una final soñada por todos los aficionados.