LeBron avista un récord para largo

Manuel García Reigosa
M. G. REIGOSA SANTIAGO / LA VOZ

DEPORTES

Trevor Ruszkowski | REUTERS

Está a solo 63 puntos de superar como máximo anotador de todos los tiempos en la NBA al legendario Kareem Abdul Jabbar, que se retiró en el año 1989

04 feb 2023 . Actualizado a las 16:10 h.

Son muchos los paralelismo entre LeBron James y Rafa Nadal. Uno nació en el 84, el otro en el 86. El baloncestista jugó su primer partido profesional con 18 años, en el 2003. El tenista, con apenas 15, en el 2002. Apuran sus últimas campañas en la élite y cuando se retiren dejarán un legado repleto de hitos, porque ambos dibujan trayectorias sin altibajos. Son cuatro lustros en la cima, siempre entre los mejores.

LeBron James está a un par de pasos de firmar un récord que va a durar décadas, como sucede con el jugador al que está a punto de superar, Karem Abdul Jabbar. Hasta la fecha, el pívot de los Lakers es el que encabeza la clasificación histórica de máximos anotadores de la NBA, con 38.387 puntos en 1.560 partidos. Solo contabilizó un triple en su carrera, y sumó 6.712 puntos desde la línea de tiro libre.

LeBron James está al acecho. Encadena también veinte temporadas en la élite, pero con menos partidos disputados: 1.408, con una media increíble de 27 por encuentro. Solo Wilt Chamberlain, gran dominador de la NBA en la década de los sesenta, mejora ese registro, con 30,1 puntos. Y si a Michael Jordan no le hubiese dado por probar en el béisbol en 1994, y por retirarse entre el 99 y el 2001, probablemente estuviese discutiendo ese primer puesto histórico. Acabó con una media de 30,1 puntos, pero en su última etapa en los Wizards, del 2001 al 2003, bajó a algo menos de 23. LeBron James, que ahora tiene 38 años, nunca ha levantado el pie del acelerador. Sigue facturando puntos como si no acusase el desgaste de la edad.

En todo caso, conviene no perder de vista que Michael Jordan debutó en la NBA con 21 años, mientras que el actual alero de los Lakers empezó con solo 18 en los Cleveland Cavaliers, a poco más de cincuenta kilómetros de su localidad natal, Akron. Desde entonces, firma un ejercicio de continuidad difícilmente igualable, porque estar veinte años en la élite sin acusar altibajos, siempre entre los mejores, es casi imposible. Está a 62 puntos de igualar a Kareem Abdul Jabbar como máximo anotador histórico. Parece poco probable que lo consiga en el próximo partido, mañana en Nueva Orleans ante los Pelicans. Tendría que superar su mejor marca personal, cuando firmó 61 puntos ante el Charlotte, en el 2014.

Todas las miradas están puestas en la siguiente cita, en Los Ángeles, el miércoles frente a Oklahoma. Y, en el peor de los casos, salvo que de repente le diese por bajar sustancialmente sus promedios, habría que esperar al próximo viernes, también en casa frente a los Bucks de Milwaukee.

LeBron James ha forjado su carrera alrededor de una capacidad física formidable. Pero es mucho más que eso. Es un acorazado que se mueve como un dron. Tanto puede llevar las riendas del juego como amenazar desde el perímetro o fajarse en la pintura. Es cuarto en otra clasificación histórica, la de mejores pasadores, solo superado por John Stockton, Jason Kid y Chris Paul.

Su próxima gesta está al caer. «Yo no tengo el número marcado en mi cabeza (en referencia al registro anotador), sé que son algo más de 38.000 puntos, pero sí sé que en toda mi vida lo ha tenido Kareem», dijo.