La Fórmula 1 regresa a Brasil dos años después en plena batalla Verstappen-Hamilton

David Sánchez de Castro COLPISA

DEPORTES

AFP7 vía Europa Press

Con 19 puntos de ventaja a falta de cuatro carreras para el final, la cita de Interlagos se le presenta al neerlandés como una ocasión idónea para dar un golpe casi definitivo

11 nov 2021 . Actualizado a las 14:02 h.

No es un viaje cómodo, ni mucho menos seguro. Tampoco es agradable para los mecánicos y los equipos, y menos cuando forma parte de una ronda de tres carreras en fines de semana consecutivos que les obliga a duplicar o triplicar esfuerzos. Pero si hay un circuito al que todos los pilotos quieren volver, ese es el de Interlagos para el GP de Brasil.

Por obra y gracia de la pandemia que ya tuvo en vilo la edición de este 2021, la Fórmula 1 regresa al Autódromo José Carlos Pace, anexo a Sao Paulo. Aunque Brasil ya lleva varios años sin ningún representante entre sus pilotos titulares (queda algún probador, como Pietro Fittipaldi, nieto del legendario Emerson), para todos es una gran noticia que puedan volver a disputar esta carrera. El GP de Brasil fue durante muchos años el lugar donde se decidieron Mundiales, como bien saben los cuatro campeones de la actual parrilla. Los dos títulos de Fernando Alonso, el primero de Lewis Hamilton, el único de Kimi Räikkönen o el tercero de Sebastian Vettel se resolvieron en épicas carreras disputadas aquí.

Aunque en esta ocasión no será el escenario donde se firme una nueva corona mundial, sí puede ser el inicio del camino definitivo para Max Verstappen. El neerlandés empieza a ver cada vez más cerca la posibilidad de convertirse en el primer campeón del mundo de Fórmula 1 de su país y tiene entre ceja y ceja la cita de este fin de semana. Después de su aplastante victoria en México tiene 19 puntos de ventaja sobre Lewis Hamilton: si repite resultado en la carrera del domingo ya tendrá un margen suficiente como para fallar en una de las próximas tres citas del Mundial y aun así seguirá siendo líder.

Hamilton tiene que salir al ataque y si hay un fin de semana propicio, ese es este. El GP de Brasil se celebrará bajo el formato al sprint, que ya se vio este año en las citas de Gran Bretaña e Italia. Esto implica que tiene una oportunidad no sólo de sumar un máximo de 26 puntos el domingo (25 de la victoria y uno de la vuelta rápida), sino los tres de la clasificación del sábado. Conviene aquí un recordatorio para quien haya perdido de vista cómo se celebrará el gran premio de este fin de semana. Este viernes habrá una sesión de libres y a continuación una clasificación con Q1, Q2 y Q3. Esta parrilla determinará la carrera del sábado, que se disputará sobre 24 vueltas o media hora (lo que llegue antes) y se darán 3, 2 y 1 puntos a los primeros. Esta carrera, cuyo nombre oficial es clasificación al sprint para no liar (más aún), determinará la parrilla de la carrera del domingo, esta sobre su formato habitual de 71 vueltas.

Así, Hamilton tiene una oportunidad casi única para recortar o incluso adelantar en el Mundial a un Verstappen que no arriesgará, o sí. La superioridad del neerlandés y de Red Bull en el Hermanos Rodríguez les convierte en favoritos, si bien el sinuoso y complejo trazado de Brasil es muy propicio a los errores. Un pequeño despiste, salida de pista o incidente y el Mundial se pondrá patas arriba.

Alonso y el recuerdo del grito de España

Para la afición española, el Gran Premio de Brasil será recordado eternamente. Posiblemente pocos gritos de alegría sean tan conocidos, quizá sólo el «Iniesta de mi vida» de José Antonio Camacho, como aquel «¡Toma! ¡Toma! ¡Toma!» de Fernando Alonso el 25 de septiembre de 2005.

A falta de dos carreras para el final de la temporada (el Mundial acabó en octubre, quién lo diría ahora), el piloto asturiano alcanzaba la gloria y se metía de lleno en los libros de historia del automovilismo mundial y en millones de casas de españoles. Aquella carrera se vio en pantallas gigantes en plazas, pabellones de baloncesto y estadios de fútbol. Fue, sin duda, uno de los momentos culminantes de aquella primera edad de oro del deporte español.

Dieciséis años después, Alonso vuelve con el mismo equipo (más o menos) como un niño ilusionado. Mucho ha pasado desde entonces, como otro título o varias decepciones en este mismo escenario. Tanto él como Carlos Sainz, que llega pleno de confianza, aspiran a mejorar notablemente lo vivido en México.

«La carrera en Brasil a menudo ha arrojado algunos resultados inesperados en el pasado, por lo que debemos estar preparados para lo que podría ser un fin de semana un poco caótico y aprovechar cualquier oportunidad que pueda surgir», señalaba el asturiano, que después del bajón de rendimiento hace unos días espera dar un paso adelante. Para Sainz, de igual manera, es una oportunidad para refrendarse. Después de una carrera marcada por las órdenes de equipo en Ferrari, el madrileño se siente ya «al 100%» piloto de Ferrari. Su batalla será otra: si la de Alonso es volver a la zona cómoda de puntos, para él será volver a superar a su compañero Leclerc, a quien tiene a 7,5 puntos en el Mundial.