La exposición del Picasso inédito se despide de A Coruña con 50.000 visitantes

Mila Méndez Otero
Mila Méndez A CORUÑA

CULTURA

picasso
Moncho Fuentes

La muestra que reivindicó su influencia gallega estuvo abierta tres meses

26 jun 2023 . Actualizado a las 17:12 h.

Málaga, Barcelona, Nueva York, París y también A Coruña. El Museo de Belas Artes de la ciudad está de despedida. El domingo concluyó la exposición Picasso blanco en el recuerdo azul y los camiones de mudanza ya estaban ayer manos a la obra. «Gustaríanos tela máis tempo», confesó el Conselleiro de Cultura e Educación Román Rodríguez durante el acto en el que tocó hacer balance de esta muestra que reunió durante tres meses más de cien piezas en torno al artista, casi 70 de ellas personales del propio Pablo Ruiz Picasso (Málaga, 1881 - Mougins, 1973). Unos préstamos «nacionais e internacionais, tanto públicos como privados moi importantes» que dieron grandeza a esta exposición que se enmarcó dentro de la programación oficial de los actos del cincuenta aniversario de la muerte del artista, organizados por los Gobiernos francés y español.

Desde la Xunta calificaron de «orgullo» y «éxito cuantitativo e cualitativo» la segunda muestra que acoge el museo dedicada a Picasso. La primera fue en el 2015. Desde su inauguración el pasado 23 de marzo, casi 50.000 visitantes pasaron por ella en los 89 días que estuvo abierta. Una media de 610 personas al día. Una buena cifra, remarcó Rodríguez, para un «museo galego».

Sin embargo, las cifras no son lo más importante. Tanto para la dirección del museo, de titularidad autonómica, como para los comisarios, si hay un motivo por el que esta cita ha valido la pena es el de situar a la ciudad en el imaginario, no solo de los expertos, cuando se nombra al pintor cubista.

«Vén a cubrir unha lagoa: Incorpora á Coruña como parte imprescindible do Picasso que se configura no século XX», subrayó Antón Castro, uno de los comisarios. «Non se podería entender á marxe da súa formación de case catro anos na cidade», continuó.

La etapa gallega del pintor comenzó en 1891, cuando era solo un niño de nueve años. Recaló en A Coruña por el trabajo de su padre y aquí presentó su primera exposición. Un momento «imprescindible» en su formación artística, cultural y también humana; conocido por el abultado número de biógrafos que tuvo el autor de el Guernica, pero apenas por el gran público. Castro puso como ejemplo el documental estrenado recientemente en RTVE, «cheo de erros», destacó.

Cerrar el círculo

El camino que se inició con la exposición del 2015 se cierra con esta otra muestra, presentada a modo de «tese», definió Rubén Ventureira, el otro comisario. Su objetivo fue dejar constancia de la «pegada» que la ciudad dejó en el disruptivo artista.

Con el catálogo ya a la venta en la tienda del museo, dejan por escrito todo el trabajo de investigación detrás de la iniciativa, completan un «corpus importante para os estudiosos de todo o mundo», definió Ventureira. «A conclusión é satisfactoria. Referenda a tese», apostilló Antón Castro.

Con la obra Instrumentos de música, que Picasso realizó en 1913 y en la que se observa una gaita de fol, el Conselleiro de Cultura coincidió en la valoración: «Xa ninguén pode discutir os vencellos de Picasso coa Coruña e con Galicia». Este es el legado que quiere dejar la propuesta a la que no le han faltado reseñas en medios internacionales, deslizó el político, como el Times. Destapar las insólitas raíces del genuino creador.