El fisterrán que a sus 31 años ya gestiona un taller mecánico y tres centros de lavado

Marta López CARBALLO / LA VOZ

FISTERRA

BASILIO BELLO

«Quen ten un negocio nunca chega a desconectar», dice el emprendedor, que vivió en Liechtenstein hasta los 14

05 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Un taller mecánico, un local alquilado a una gasolinera y tres áreas de lavado, la última abierta hace apenas una semana en Vimianzo. El fisterrán Eloy Sambad Durán, de 31 años, confiesa que no recuerda la última vez que se cogió unas vacaciones. «Quen ten un negocio nunca chega a desconectar de todo», dice.

Hijo de emigrantes, tiene un hermano pequeño y vivió en Liechtenstein hasta los 14 años, aunque solía pasar temporadas de vacaciones en Fisterra. Ello le sirvió para conocer a los niños de su edad de la zona, lo que después facilitó su proceso de adaptación. Pero aun así, dice, el cambio fue importante, sobre todo en la escuela y en los medios de los que disponía el centro. Fue criado en alemán y gallego, y una vez a la semana iba a clases de español para practicar el idioma, que era el que «menos falaba».

Cuando regresaron a Fisterra sus padres abrieron el taller que aun hoy gestionan, ahora ya con su hijo mayor. «Sempre estiveron ligados ao motor. En Liechtenstein facían unhas horas nunha empresa que tiña moitos centros de lavado e foi de aí, en parte, de onde collemos a idea de abrilos nós tamén aquí. En España aínda vamos moi por atrás neste sector, tanto nas instalacións como nos produtos que se utilizan», cuenta Eloy. De hecho, explica que muchos de los productos que utilizan (limpia llantas, champús, abrillantadores...) los tienen que importar de países como Italia o Alemania porque aquí no encuentran la «calidade» deseada.

Su primer centro de lavado lo abrieron en el polígono industrial de Cee en 2019, a las puertas de la pandemia. El año pasado inauguraron otro en Boiro, y hace escasos días, un tercero en la AC-552 a su paso por Vimianzo. Claro que el proceso para llegar hasta aquí no fue fácil, ni corto: dos años de tramitación para poder abrir el área soneirana. Y es que, si bien se muestra agradecido por el apoyo y la colaboración del Concello vimiancés, no puede decir lo mismo de otras Administraciones y lamenta las «trabas» y «complicacións» que, en general, percibe que se le ponen a los emprendedores. «En vez de axudar, parece que dificultan», critica.

BASILIO BELLO

¿Y qué les llevó a pasar de un taller —que todavía gestionan— a las áreas de lavado? Pues no solo fue el hecho de que detectasen una carencia en este tipo de servicios en la zona, sino también que llevaban años lidiando con una gran escasez de mano de obra. «Cada vez é máis difícil atopar traballadores cualificados: electricistas, mecánicos... É moi complicado, así que decidimos apostar por negocios que non requirisen esa man de obra tan formada», cuenta Eloy. A día de hoy, en el centro de Boiro tienen contratada a una persona y pronto se incorporará otra, el de Cee lo atiende el personal de una gasolinera cercana y en Vimianzo esperarán a que despegue el negocio antes de lanzar alguna oferta.

Espíritu emprendedor

A nivel personal, Eloy asegura que siempre ha estado vinculado al mundo de la automoción, y de hecho estudió el ciclo formativo de electromecánica. Tras una temporada en el taller familiar, decidió hacer también el superior de administración y finanzas para tener más conocimientos de cara a la gestión del negocio. Curiosamente, su hermano, diez años menor que él, comparte su mismo espíritu emprendedor, aunque en su caso en una rama profesional completamente distinta, la nutrición.

De puertas para fuera, eso sí, procura no pensar demasiado en coches. «Igual os teño xa algo aburridos, de tanto velos», bromea. Aunque no dispone de mucho tiempo libre, le gusta disfrutar de la compañía de sus amigos y su pareja y explica que le gustaría empezar a hacer más deporte. De pequeño jugó al fútbol en Liechtenstein, en donde había «moita afición e moi boas instalacións», pero lo pausó cuando llegó a España y no llegó a retomarlo más tarde.