El Obradoiro claudicó ante un Real Madrid muy constante (79-69)

ANDAR MIUDIÑO

Eduardo Candel Reviejo

Los blancos controlaron y decantaron el partido en el último cuarto

28 abr 2024 . Actualizado a las 14:41 h.

El Monbus Obradoiro ofreció una buena imagen en el WiZink Center, con Thomas Scrubb a un alto nivel, pero no le bastó ante un Real Madrid muy serio: 79-69. Finalmente, Mendoza se cayó de la convocatoria por el proceso vírico que sufrió a finales de semana. Timma viajó, pero no jugó. Y Guerrero se sumó a las bajas en el segundo cuarto, por un fuerte golpe en la nariz al taponar a Yabusele.

Antes de viajar a Madrid había coincidencia en las apreciaciones desde Sar. Las opciones del Monbus Obradoiro pasaban por rayar la perfección y esperar un mal día del rival. Así lo indicaba Blazevic. Y Moncho Fernández recordaba un 4/26 en triples de los blancos ante el Manresa.

Los santiagueses no entraron mal en la contienda. Pero se toparon con un adversario en estado de gracia que fue un vendaval en el primer cuarto. Clavó seis triples sobre ocho intentos, por 1/7 los visitantes.

En esos diez minutos el parcial fue 28-20 porque el Obra trabajó bien en el rebote de ataque. El problema lo tenía atrás, por la casi infalibilidad merengue desde detrás del arco. Y Causeur, un secundario siempre preparado cuando lo llaman a filas, hacía daño con sus penetraciones. Visto lo visto, no era un mal parcial, pese a todo.

El guion del segundo cuarto fue muy distinto. Los relevos de Chus Mateo no rindieron al mismo nivel y el Real Madrid se atascó. Tardó más de cinco minutos en ver aro y el Obradoiro consiguió igualar la contienda hacia el minuto quince. Guerrero, que estaba dando consistencia atrás, tuvo que irse el banquillo tras recibir un codazo en un gran tapón que le puso a Yabusele. El francés se protegió y los árbitros, tras revisar, entendieron que era una acción natural, ya que el francés no había soltado el brazo.

El partido entró en una fase de tirones. Después de casi seis minutos en blanco, los locales contestaron con un parcial 8-0. Y los visitantes contrarrestaron con un triple de Howard y otro de Scrubb para irse uno abajo al intermedio: 38-37.

Chus Mateo encaró la segunda mitad con un cinco de pesos pesados: Campazzo, Causeur, Mussa, Hezonja y Tavares. No quería sorpresas.

El Obradoiro contestó con aplomo y aprovechando varios errores del rival en el tiro libre, jugando con mucha paciencia, consiguió ponerse seis arriba: 41-47, a pesar de que Tavares hacía daño en el rebote ofensivo. Ahí empezó a cambiar el partido. Se le escaparon tres ataque seguidos por unos pasos de Howard, una precipitación de Pustovyi y una canasta que se le salió a Howard. El Real Madrid subió el nivel atrás y entró en el último cuarto con cinco puntos de renta: 61-56.

Hasta ahí llegó la resistencia del Obra, que se fue quedando sin argumentos en ataque.

El último cuarto fue claramente blanco, con mención especial para Tavares en una doble dirección: dominó el rebote ofensivo y, si le pitaran a Pustovyi esta temporada con la misma finura a la hora de absorber contactos, llevaría un carro de personales más y unos cuantos tiros libres más.

En cualquier caso, el arbitraje no fue determinante. El Real Madrid sacó su lado más serio, no regaló nada y mandó en el tramo decisivo.

Ficha técnica

Real Madrid 79: Campazzo (8), Causeur (12), Musa (13), Ndiaye (5) y Tavares (10) -cinco inicial-. Rudy Fernández, Abalde, Hezonja (4), Alocén, Poirier (9), Llull (7) y Yabusele (11).

Monbus Obradoiro 69: Dotson (6), Howard (7), Scrubb (25), Blazevic (9) y Pustovyi (11) -cinco inicial-. Zurbriggen (9), Guerrero, Álex Suárez, Strelnieks (2) y Harguindey.

Parciales en cada cuarto: 28-20, 10-17, 23-19 y 18-13.

Árbitros: Juan Carlos García González, Alberto Sánchez y Yasmina Alcaraz.

Incidencias: WiZink Center. Trigésimo primera jornada de la Liga Endesa