El arbitraje que más dolió en Sar

ANDAR MIUDIÑO

XOAN A. SOLER

Álvaro Muñoz y Zurbriggen coinciden en la trascendencia de la personal que le pitan a Mendoza y en la línea desigual aplicada durante el partido

14 abr 2024 . Actualizado a las 13:26 h.

El arbitraje ante el Manresa dolió como pocas veces en Sar, también en el vestuario, a tenor de los juicios de valor vertidos por los jugadores a la conclusión de la contienda. Lo habitual es el mensaje de que tienen una labor complicada, que pueden equivocarse y que no es cuestión de darle más vueltas. Eso no cambió y nadie justificó la derrota por esa vía. Pero, a diferencia de otras veces, se notó la quemazón con el expediente de Calatrava, Fabio Fernández y Raúl Zamorano. Especialmente, los dos últimos. Hubo más debate.

A Álvaro Muñoz le está tocando vivir el final de curso como un espectador a pie de pista, por la lesión que sufriese en el partido ante el Girona. Minutos después de que finalizase el partido se tomó unos segundos para responder a la pregunta de qué titular le pondría a la crónica: «Siendo injusto, y creo que nunca lo digo, pienso que al final el arbitraje ha determinado un poco la cosa. Se pueden equivocar, como nos podemos equivocar todos, pero para mí hay una jugada clave, que es el rebote ofensivo. Es complicado entender esa decisión. Nos equivocamos todos, los jugadores y los entrenadores también. Es complicado y hay que asumirlo».

La jugada y el momento

Moncho Fernández también puso el foco sobre esa jugada, indicando que si hubiese ocurrido en otro momento de partido y con un marcador menos apretado, probablemente hubiese quedado en una anécdota. Lo más kafkiano es que les tocó revisar las imágenes, pero el reglamento ya no permite dar marcha atrás.

El capitán no pasó por alto «el gran partido que hizo el Manresa», que estuvo «más acertado en el tramo final, sobre todo con el triple de Dani. Pero creo que esa jugada ha determinado un poco el partido».

A Álvaro Muñoz también le llamó la atención que el Obra acabase con más faltas: «Es verdad que nosotros hemos defendido en zona la mayor parte del partido, con lo cual, en principio, haces menos. Pero tampoco tiene por qué, ya que después ajustas al hombre. Sabíamos que ellos defienden muy bien, mucha línea de pase, meten muchas manos y un ritmo físico muy alto. Al final, los árbitros se adaptan un poco a eso y cuando llegas tú parece que te penalizan más».

Insistió en «no quitarle mérito al Manresa». Y añadió: «Otros días no digo nada, pero hoy me ha parecido que, sobre todo esa jugada, ha determinado un poco el partido. Y si nos la hubiesen pitado a favor no quiere decir que hubiésemos ganado, porque puede pasar cualquier cosa. Pero ha sido un momento bastante clave».

También Zurbriggen hacía su análisis en términos muy similares a los del capitán: «Lo peor es el momento. Primero, si no pitas nada, el rebote lo agarramos nosotros. Segundo estábamos a cuatro puntos. Pasas de tener dos tiros libres a que se te vayan de seis porque los tiros libres los tienen ellos (realmente, el marcador en ese momento era 81-83, el Obra estaba a dos, y Travante Williams puso el 81-85)». No solo apuntó a esta acción concreta, sino también a que «no han seguido una línea».

Mal cuerpo, buenas sensaciones

Álvaro Muñoz y el base argentino coincidieron igualmente en el capítulo de las sensaciones, tocados por la victoria que pudo ser y no fue pero convencidos de que el equipo está en el camino para lograr la permanencia.

Así lo explicaba el capitán: «Nos vamos con la sensación de haber trabajado muy bien, de darlo todo, de vaciarse en la pista y no conseguir premio. Es complicado, claro. Todo el mundo, en la pista y fuera de ella, está haciendo un esfuerzo por cambiar esta dinámica. Quedan cinco partidos y no hay que bajar los brazos. Es fácil decirlo y complicado hacerlo. Pero se ha visto un equipo con hambre y ganas de sacar esto adelante. La pelea está garantizada».

Y así Zurbriggen: «Nos vamos con algo muy bueno, que el equipo luchó. Y en esta situación es muy importante tener a todos tirando para el mismo lado. Hasta el último minuto tuvimos opciones, después de que en un momento se nos hubiesen ido a diez. Hay que quedarse con eso y confiar. Soy muy positivo. Creo que vamos a sacar tres o cuatro partidos».

Al alero abulense le tocará ver los toros desde la barrera, mientras prosigue con su trabajo de rehabilitación, contento de cómo están yendo los plazos. Es su primera lesión de larga duración, y la sobrelleva con filosofía: «Me ha llegado con 33 años. Es bastante común y me ha tocado ahora. Lo asumes. Me pica no poder estar en la pista con los compañeros, sobre todo los días de partido».

Zurbriggen volvió a la lista y acabó con sensaciones contradictorias, más contento con la primera parte, «sólida», y no tanto con la segunda, en la que cree que pudo aportar «algo más de templanza». «También es cierto que en el primer tiempo aposté así y me salió bien», apostilla.