Un trabajo de investigación realizado por un grupo de alumnos de la escuela de Arquitectura -coordinados por los profesores Xosé Lois Martínez y Xosé Manuel Vázquez Mosquera- acaba de sacar a la luz un nuevo urbanismo de «infravivendas» que se ha desarrollado en las inmediaciones de los campus universitarios de Elviña y la Zapateira. Según explicó el vicerrector de Infraestructuras de la Universidade da Coruña y director del proyecto, Xosé Lois Martínez, la intención de este estudio era conocer cómo viven los universitarios coruñeses, y el resultado fue el descubrimiento «dun tipo de aloxamento que non poder ser máis que auténticas infravivendas».
Según describió, muchos de estos inmuebles -se calcula que existen entre 100 y 150- tienen un espacio que oscila entre los 12 y los 18 metros cuadrados, y están formados por una habitación con un pequeño aseo, y no disponen ni de salón ni de cocina, «algúns só contan cun pequeno hornillo», apunta Martínez. Normalmente estas viviendas suelen estar agrupadas (hasta un máximo de 25 unidades), y se encuentran siempre en el interior de una parcela, que cuenta con una construcción unifamiliar en el centro, mientras que estas infraestructuras se instalan en la parte trasera de la finca, pegadas al muro. «As entradas sempre están pola parte de atrás da finca, son independentes das principais, e incluso algúns teñen máis dunha altura e teñen que pasar polo medio de garaxes; e hai outros que están nos sotos, sin ventilación e nunhas situacións infames».
Por norma general, están construidas con bloques de hormigón o ladrillo, «sin espazos comúns nin para relacionarse os estudantes. Desde o punto de vista urbanístico é unha situación moi preocupante», destacó el vicerrector de Infraestructuras, que también afirmó que el precio medio de cada una de estas viviendas oscila entre los 140 y los 170 euros al mes. En este sentido, apuntó que, teniendo en cuenta las dimensiones de los inmuebles, el alquiler es mucho mayor que el de un piso en el centro de la ciudad.
Causa
Xosé Lois Martínez considera que el origen de este problema está en que «aquí non hai oferta residencial pública, e a Universidade da Coruña é a única que non oferta aloxamento libre aos seus estudantes». Según recordó, en Santiago existen en la actualidad un total de 1.300 plazas para los estudiantes (de las que 97 están en el campus de Lugo), que pagan al mes entre un mínimo de 60-90 euros y un máximo de 250. Vigo con 412 viviendas para universitarios -de las que 194 están ubicadas en Ourense- también dispone de este servicio para sus universitarios, mientras que en A Coruña las únicas residentes para alumnos que existen son concertadas.
Vázquez Mosquera, el otro director de este proyecto, explicó ayer que «a cidade é un organismo vivo e responde ás necesidades que se presentan, como é a falta de aloxamento universitario. Case sempre, é a iniciativa privada a que primeiro ofrece solucións, como neste caso, onde responderon raudos e veloces antes a falla de residencia universitaria». Además de las malas condiciones de estas viviendas, Vázquez Mosquera considera que tienen un problema mayor, y es que todas estas infraestructuras carecen de espacios de reunión, ocio o de aprendizaje, que facilitan el intercambio entre estudiantes.
Por su parte, José Manuel Casabella, director de la Escola Técnica Superior de Arquitectura, destacó que este estudio va a tener mucha relevancia por la realidad que presenta, y explicó que este trabajo -que se presentará con una exposición- será enviado a todas las administraciones, «porque o Concello da Coruña o debe coñecer, porque hai un problema que hai que resolver».