El proceso de compra-venta está en marcha en total secretismo, con el horno de cocción en juego, vital para el futuro de la fábrica y con un as aún en la manga
07 may 2024 . Actualizado a las 09:18 h.El proceso de compra-venta de Alcoa está en marcha; debiera de estarlo, ese es el compromiso de la multinacional, aunque en total secretismo. De cumplirse el plan, ahora a mediados de mayo le deberán presentar los grupos interesados ofertas no vinculantes y a mediados de junio ya las vinculantes. O se materializa la venta o Alcoa podría ir a una situación de insolvencia, según las palabras de W. Oplinger, jefe mundial de Alcoa, que aseguró por activa y por pasiva que no pondrán más fondos para la fábrica de San Cibrao. Y se agotarán a mediados de año.
Alcoa ya anunció que en la segunda mitad del año se terminarían los fondos y se podría llegar a considerar una posible situación de insolvencia. Lo hizo a través de W. Oplinger ante sus inversores. En juego en esta operación de compra-venta está el horno de ánodos, vital para el futuro de la fábrica, del que ahora carece. Alcoa comprometió esa inversión, de más de 100 millones, pero la pospuso. Si la venta se materializa, incluiría teóricamente esa inversión por parte de Alcoa en 2026. De lo contrario, habrá que aguardar a ver qué pasa.
Gobierno central y Xunta están vigilantes. La conselleira de Industria, María Jesús Lorenzana, se comprometió a seguir este proceso de cerca, a «acompañar, examinar y ayudar» para conseguir «seriedad» y «solvencia» en el comprador. No se descartaría, en última instancia, si la operación fracasa, una intervención pública de la fábrica; es lo que han propuesto PP y BNG en el Congreso. Es el «as» que se guarda en la manga; la última baza. Al fin y al cabo el complejo industrial comenzó siendo público, Alúmina Española, Aluminio Español.
El comité de empresa mientras tanto permanece atento y vigilante; sobre todo para que se cumpla el plan de viabilidad. Es intocable para ellos porque asegura el empleo y el futuro, incluso ante la Justicia. Pelearán por la continuidad de la fábrica, la única fábrica de Aluminio que queda en España en manos de Alcoa o de otros grupos. Pero lo que está claro es que a Alcoa no le interesa, como expresó su jefe mundial por las pérdidas que acarrea.